Tu gato debe de ir por su seguridad en un transportín, idealmente rígido y cubierto, para su visita veterinaria. Una manera de crear un estímulo positivo entre nuestro gato y su transportín es dejarlo en el suelo de su hogar con recompensas o su camita dentro para que se familiarice con él. Si se puede, es mejor planificar su cita veterinaria, de esta manera podemos ir sin prisas y darle la oportunidad de que se meta voluntariamente. Si no es así hay varias opciones:
- Introduce a tu gato de espaldas con su transportín en vertical y la puerta abierta..
- Abre el transportín por arriba e introduce a tu gato para cerrar una vez esté dentro.
- Acude previamente al veterinario para que pueda ofrecerte opciones médicas para tranquilizar a tu gato para su visita.
El uso de Feliway (feromonas felinas), juguetes y recompensas en el transportín durante el viaje y la visita veterinaria es aconsejable. Una vez en la sala de espera específica de gatos de tu veterinario procura dejar a tu gato en un lugar habilitado para transportines de gatos, colocado a tu altura y cerca de ti, también puedes ayudarle si tapas su transportín con un cubre transportines para que no pueda ver lo que ocurre a su alrededor. En la consulta el veterinario se encargará del correcto manejo de tu gato.
Una vez termine la visita y llegues a casa es muy importante que laves el transportín con agua y jabón ya que un gato estresado elimina un olor característico (feromonas de estrés) que pueden influir en el estado de ánimo de su próximo viaje en transportín.
